4 recomendaciones para reducir costos de filtración de aire

Una de las preguntas más frecuentes sobre filtración es ¿cada cuanto se deben reemplazar los filtros?

La respuesta no se responde en días meses o años, es muy relativo a:

• Tipo de filtro
• Cantidad de polvo presente en el aire
• Horas de operación por día

Los fabricantes indican en la caída de presión recomendada máxima para cada filtro y es ese el criterio que se debe de usar para reemplazarlos.

Cambiar los filtros antes de llegar a este valor es desechar filtros que aun no llegan al final de su vida útil por lo que hay un desperdicio de material.

Contrario a lo que comúnmente se cree, a medida que un filtro envejece se hace más eficiente, esto porque a la capacidad de captura de polvo del medio filtrante se le adiciona la capacidad de capturar polvo del material filtrado.

Contrario a lo que comúnmente se cree, a medida que un filtro envejece se hace más eficiente

Un filtro nuevo tendrá una eficiencia de capturar partículas menor que el filtro que esta reemplazando.

El reemplazo prematuro de un filtro no solo es un gasto innecesario sino que además se reemplazan filtros con buenos niveles de eficiencia.

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Tan relevante como no cambiar prematuramente los filtros es no exceder su vida útil.

Un exceso de presión diferencial en un filtro lo puede deflectar hasta un punto donde se puede dejar pasar aire sin filtrar saturando filtros terminales.

El pretender usar los prefiltros más allá de su vida útil puede incrementar los costos de filtración ya que saturaran los filtros terminales más rápidamente.

El costo de un filtro terminal puede ser mayor que un filtro por un factor 10 o incluso más.

Además de un mayor consumo de filtros terminales, un filtro saturado representa un menor flujo de aire.

El pretender usar los prefiltros más allá de su vida útil puede incrementar los costos de filtración ya que saturaran los filtros terminales más rápidamente.

Comúnmente se cree que usar filtros lavables representa una reducción en costos de filtración de aire al evitar la compra de unidades desechables.

La realidad es que la eficiencia de los filtros lavables es muy baja y tiene como consecuencia un exceso de mugre en los serpentines de enfriamiento de unidades de aire acondicionado o una saturación prematura de los filtros terminales.

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En algunas aplicaciones en donde se requieren altas eficiencias de filtrado, se usan etapas de filtros para reducir los costos de filtración de aire.

Generalmente se utiliza como primera etapa un filtro de baja eficiencia, se recomienda que estos prefiltros sean de una eficiencia no menor a MERV 8

La segunda etapa de filtración pueden ser bolsas o filtros rígidos de mayor eficiencia, la eficiencia de estos filtros pueden ir desde los MERV 13 hasta los MERV 15.

Finalmente se utilizan los filtros terminales de muy alta eficiencia. Dependiendo de la aplicaciones estos filtros son HEPA o ULPA.

Una práctica no recomendada es cambiar todos los filtros simultáneamente.

La función de los filtros de menor eficiencia es la de capturar las partículas más grandes impidiendo que lleguen a filtros de mayor eficiencia y los saturen prematuramente.

Los prefiltros tienen un precio menor que filtros de mayor eficiencia y se sacrifican buscando aumentar la vida útil de filtros de mayor costo.

Durante la operación se deben de cambiar en varias oportunidades los prefiltros antes de un cambio de filtros intermedios y terminales.

Cuando se usan varias etapas de filtrado, se recomienda evitar reemplazar todos los filtros cuando se realice un cambio